El camino de la esperanza desesperanzada
Presagios de mundo poco feliz
Cuando era chico
fui al planetario, un museo astronómico como imaginarán, y salí con el
conocimiento de que un día podía caer un meteorito como el que extinguió a los
dinosaurios y “acabar con la vida como la conocemos” o irremediablemente el sol
explotaría y la catástrofe se desataría. Faltaban miles de años así que no
había de que preocuparse, si algo te enseñan las películas es que viajaremos al
espacio y conquistaremos otros mundos, así que la especie estaba salvada.
Sin embargo, la
amenaza nunca estuvo afuera. En una sociedad depredadora y egoísta los peligros
están a la vuelta de cada esquina… sacando los “accidentes” y delincuentes que
acaban con vidas “individuales” día a día, el efecto climático y caótico que
está sufriendo el mundo con el aumento de temperaturas a nivel mundial es
innegable. Aun así se hace muy poco a nivel mundial, y quienes más deberían
hacer (ya sea mediante órdenes y acciones indirectas o por ser los responsables
con sus acciones directas) son lo que menos hacen… y harán, porque no les
interesa.
A este caos
físico del mundo donde cada vez más seres sufren complicaciones y catástrofes
naturales, se le suman los conflictos sociales de la especie, donde la cada vez
más injusta “distribución de la riqueza” tiene a muchas personas muriendo de
hambre o sobreviviendo al estilo del Pleistoceno como hacían los primeros
humanos, probablemente con menos peligros… aunque no estaría tan seguro.
La frutilla del
postre la dan los “robots”, si bien los finales del siglo 20 y principios del
21 se han caracterizado por una sociedad visual donde las películas y el
imaginario colectivo, se han encargado de presagiar varios futuros (muchos
apocalípticos), lo más probable es que sea una suma de ellos... tomando lo
“peor” de cada uno… aunque habrá alguna excepción, no desesperen… el problema
es que a diferencia de las películas las cosas no pasan en 2 horas sino en años,
con lo cual uno se va acostumbrando y muchas cosas pasan desapercibidas… o nos
encontramos/acostumbramos a cambios radicales sin saber cómo pasaron… ¿vivir
sin internet, sin celular, sin movilidad?… imposible, te morís. Sin embargo la
humanidad lleva viviendo unos 1.600.000 años y apenas unos 30 con estas
tecnologías de forma masiva.
Definitivamente el mundo exterior ha cambiado mucho, incluso el exterior
humano, pero el “espíritu” de la humanidad sigue siendo el mismo en esencia.
Hace poco leía
que Bill Gates dijo: "Actualmente si un trabajador
tiene un empleo de 50 mil dólares anuales en una fábrica, ese ingreso es
gravado. Si un robot viene a hacer lo mismo, se podría
pensar en que el robot pagara impuestos a un nivel similar",
dijo Gates en una entrevista con la revista Quartz.
Totalmente de acuerdo, el tema es que
quienes tendrían que avalar esta medida son los que no quieren hacerlo. Los problemas
de la humanidad no pasan porque no haya soluciones, porque Dios es malo o la
pachamama está enojada, pasa porque la mayoría (por no decir todos) de los que
tienen poder en este mundo son egoístas, acaparadores, soberbios y no procuran
el bien de la humanidad. Tampoco son unos monstruos, simplemente les interesa
acaparar poder y riquezas, comodidades y estima… sentirse los mejores, usar y
hacer lo mejor de lo mejor. Cosa que no está mal por si sola y que es la base
del progreso, el tema es a costa de que…
Si saco los recursos de un país provocando
inundaciones pero yo vivo tranquilo en la montaña, si pongo autómatas y poco
empleo, mientras aumenta el hambre y la delincuencia mientras yo ceno en los
mejores restaurantes y viajo con seguridad privada.
Tengo la teoría que el hombre es bueno por
naturaleza, igual que cualquier animal, que nace “puro” y bondadoso y la vida
lo va transformando según su entorno y necesidades. Ya sea porque aprende
erróneamente algunas cosas (falta de afecto y educación), porque lo corrompen
ciertas situaciones (injusticias, traumas) o porque desarrolla malas cualidades
(avaricia, exceso de poder) cambia y ya no es tan bueno. Hay distintos grados
de “maldad”, incluso alguna hasta “inofensiva”, pero cuando se hace daño a
alguien directa y premeditadamente sabemos que está mal. El problema radica en
que muchas cosas no son tan directas, y cuanto mayor es el impacto se suele
notar menos, así como no notamos como destruimos el único planeta que teneos
por el momento tampoco “notan” cuando afectan la calidad de vida de tantas
personas y el destino de la humanidad. No sé puede mantener gente improductiva
pero tampoco se hace nada para que sean productivas, de hecho todo lo
contrario.
Hay miles de teorías sobre la automatización de tareas repetitivas,
la mejora de calidad de vida y de trabajos más “interesantes” pero la realidad
es que la rentabilidad guía el mundo laboral y el aumento de productividad no
va de la mano con el aumento del bien de las personas, en muchos casos van al
revés, pero hasta que no se den cuenta que la gran producción no tienen a quien
vendérsela, nada va a cambiar… y para ese entonces ya será tarde.
Solución futurista: Sociedad romboide
Siguiendo estas líneas yo creo que se
podría dividir la humanidad en 3 grandes grupos, que tendrían muchos más
dentro, pero que si bien serían como las clases “sociales económicas”, en
realidad serían más un estilo o filosofía de vida:
1) Los desapegados: No quieren “gastar”
sus vidas trabajando pero tampoco requieren grandes bienes para la vida. En
esta categoría estarían los bohemios, vagos, contemplativos-“artistas sin
éxito”, etc., gente que haga poco trabajo, con muy poca carga laboral, que solo
le alcance para lo mínimo. Que no sean parásitos pero que puedan/quieran
subsistir con poco y disfrutar de su tiempo en este mundo. Esto no existe hoy
en día, en algunos lugares hay planes sociales pero no se trabaja o no alcanza
para lo mínimo, se usa para cuestiones políticas, etc.
2) Los trabajadores
: En la parte media, la mayoría de las personas que hacen que el “mundo gire”,
más o menos como ahora, pero con una economía más justa que no oscile tanto
entre empresas, rubros, regiones… si bien hay muchas particularidades y leyes y
sindicato con valores mínimos, lo cierto es que esos mínimos están más cerca de
los valores necesarios para el primer grupo que para el segundo, donde uno no
puede tener buena educación, salud, un auto, electrodomésticos buenos, etc. Si
algunas o varias, pero pocos pueden todo esto que dista mucho de ser artículos
de lujo hoy en día. Este grupo no solo produce, y mantiene el circuito sino que
lo consume… con lo cual si no se mantienen todos los engranajes en sintonía
empiezan los problemas (es lo que pasa hoy en día). Este sistema básico es el
que hace que los “países del primer mundo” lo sigan siendo y que otros caigan.
La producción, el consumo, las ganancias y la calidad de vida deben ir en
sintonía, cuando unos pocos aumentan una variable egoístamente están
perjudicando otra y ponen en peligro todo el ecosistema.
3) Los
afortunados: Aquellos que por cuestiones azarosas, como nacer con cierto talento,
aunque en general son menos meritorias como nacer en cierta familia, país,
contexto, conocer ciertos “poderosos”, etc…. pero no quitemos el mérito de
emprendedores, investigadores, artistas y tantos otros que hacen que el mundo
“evolucione”… aunque varios de estos suelen caer en la segunda categoría pero
ese es otro tema.
Uno a veces paga
tantos impuestos innecesarios o exagerados que si pudiera pagar un poco para
mantener al grupo 1 a cambio de que no haya personas pasando miseria ni
inseguridad estarían de acuerdo. Imagínense que el grupo 2 es mucho mayor que
el 1, y si le sumamos los ingresos del 3, prácticamente se pagarían migajas por
tener un mundo mejor. Claro que el grupo 1 no debe ser parasito pero si se
dedicaran a tareas como limpieza y mantenimiento básico de infraestructura de
las ciudades, incluso además de seguro sería más bello el mundo.
Sé que hay muchas
utopías, pero sin grandes cambios y si hubiera ganas, verdadero interés
estaríamos más cerca del ideal que de la actualidad. En una estructura romboide
donde tanto la pobreza como la riqueza excesiva no existiría y todos podríamos vivir
dignamente. Donde quien tuviera riqueza pudiera vivir “cómodamente” su vida hasta
su muerte pero que no fuera tan excesiva como para que viva cómodamente su descendiente
hasta la 5° generación sin trabajar… o que quien naciera en la clase baja en
cuanto a bienes tuviera las mismas oportunidades de estudiar y trabajar para
formar parte de la clase media si quisiera ese camino. Porque los recursos para
que todos vivamos bien y en condiciones similares existen. No hablo de
socialismo, ni comunismo ni capitalismo, hablo de tomar lo mejor de cada uno y
aplicarlo para el bien de todos.
Pero el poder
corrompe, los de arriba quieren estar cada vez más arriba y eso solo se logra a
costa de poner más gente abajo. Corrupción, injusticia, burocracia, miles de
males y de seudobienes que tapan todo en una vorágine descontrolada al mejor
estilo de la jungla donde cada uno se acomoda como puede, sin poder mucho al
respecto.
¿Cuál sería el resultado esperado?
Pero lo mejor de
esta “sociedad romboide”, que busca el equilibrio central y no la cima
piramidal, es que libre de las preocupaciones mundanas-materialistas permitiría
tener los bienes y estabilidad necesarios para disfrutar de la vida, las
cuestiones abstractas que hacen la felicidad y cuidar el mundo. Cuidar a otras personas,
otros animales, a la flora y al mundo. Donde la tecnología y el conocimiento se
compartiría y usaría para solucionar problemas y no para ganar dinero.
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