viernes, 28 de diciembre de 2018

El camino de la esperanza desesperanzada


El camino de la esperanza desesperanzada

Presagios de mundo poco feliz


Cuando era chico fui al planetario, un museo astronómico como imaginarán, y salí con el conocimiento de que un día podía caer un meteorito como el que extinguió a los dinosaurios y “acabar con la vida como la conocemos” o irremediablemente el sol explotaría y la catástrofe se desataría. Faltaban miles de años así que no había de que preocuparse, si algo te enseñan las películas es que viajaremos al espacio y conquistaremos otros mundos, así que la especie estaba salvada.
Sin embargo, la amenaza nunca estuvo afuera. En una sociedad depredadora y egoísta los peligros están a la vuelta de cada esquina… sacando los “accidentes” y delincuentes que acaban con vidas “individuales” día a día, el efecto climático y caótico que está sufriendo el mundo con el aumento de temperaturas a nivel mundial es innegable. Aun así se hace muy poco a nivel mundial, y quienes más deberían hacer (ya sea mediante órdenes y acciones indirectas o por ser los responsables con sus acciones directas) son lo que menos hacen… y harán, porque no les interesa.

A este caos físico del mundo donde cada vez más seres sufren complicaciones y catástrofes naturales, se le suman los conflictos sociales de la especie, donde la cada vez más injusta “distribución de la riqueza” tiene a muchas personas muriendo de hambre o sobreviviendo al estilo del Pleistoceno como hacían los primeros humanos, probablemente con menos peligros… aunque no estaría tan seguro.
La frutilla del postre la dan los “robots”, si bien los finales del siglo 20 y principios del 21 se han caracterizado por una sociedad visual donde las películas y el imaginario colectivo, se han encargado de presagiar varios futuros (muchos apocalípticos), lo más probable es que sea una suma de ellos... tomando lo “peor” de cada uno… aunque habrá alguna excepción, no desesperen… el problema es que a diferencia de las películas las cosas no pasan en 2 horas sino en años, con lo cual uno se va acostumbrando y muchas cosas pasan desapercibidas… o nos encontramos/acostumbramos a cambios radicales sin saber cómo pasaron… ¿vivir sin internet, sin celular, sin movilidad?… imposible, te morís. Sin embargo la humanidad lleva viviendo unos 1.600.000 años y apenas unos 30 con estas tecnologías de forma masiva.  Definitivamente el mundo exterior ha cambiado mucho, incluso el exterior humano, pero el “espíritu” de la humanidad sigue siendo el mismo en esencia.
Hace poco leía que Bill Gates dijo: "Actualmente si un trabajador tiene un empleo de 50 mil dólares anuales en una fábrica, ese ingreso es gravado. Si un robot viene a hacer lo mismo, se podría pensar en que el robot pagara impuestos a un nivel similar", dijo Gates en una entrevista con la revista Quartz.

Totalmente de acuerdo, el tema es que quienes tendrían que avalar esta medida son los que no quieren hacerlo. Los problemas de la humanidad no pasan porque no haya soluciones, porque Dios es malo o la pachamama está enojada, pasa porque la mayoría (por no decir todos) de los que tienen poder en este mundo son egoístas, acaparadores, soberbios y no procuran el bien de la humanidad. Tampoco son unos monstruos, simplemente les interesa acaparar poder y riquezas, comodidades y estima… sentirse los mejores, usar y hacer lo mejor de lo mejor. Cosa que no está mal por si sola y que es la base del progreso, el tema es a costa de que…

Si saco los recursos de un país provocando inundaciones pero yo vivo tranquilo en la montaña, si pongo autómatas y poco empleo, mientras aumenta el hambre y la delincuencia mientras yo ceno en los mejores restaurantes y viajo con seguridad privada. 

Tengo la teoría que el hombre es bueno por naturaleza, igual que cualquier animal, que nace “puro” y bondadoso y la vida lo va transformando según su entorno y necesidades. Ya sea porque aprende erróneamente algunas cosas (falta de afecto y educación), porque lo corrompen ciertas situaciones (injusticias, traumas) o porque desarrolla malas cualidades (avaricia, exceso de poder) cambia y ya no es tan bueno. Hay distintos grados de “maldad”, incluso alguna hasta “inofensiva”, pero cuando se hace daño a alguien directa y premeditadamente sabemos que está mal. El problema radica en que muchas cosas no son tan directas, y cuanto mayor es el impacto se suele notar menos, así como no notamos como destruimos el único planeta que teneos por el momento tampoco “notan” cuando afectan la calidad de vida de tantas personas y el destino de la humanidad. No sé puede mantener gente improductiva pero tampoco se hace nada para que sean productivas, de hecho todo lo contrario.

Hay miles de teorías sobre la automatización de tareas repetitivas, la mejora de calidad de vida y de trabajos más “interesantes” pero la realidad es que la rentabilidad guía el mundo laboral y el aumento de productividad no va de la mano con el aumento del bien de las personas, en muchos casos van al revés, pero hasta que no se den cuenta que la gran producción no tienen a quien vendérsela, nada va a cambiar… y para ese entonces ya será tarde.


Solución futurista: Sociedad romboide

Siguiendo estas líneas yo creo que se podría dividir la humanidad en 3 grandes grupos, que tendrían muchos más dentro, pero que si bien serían como las clases “sociales económicas”, en realidad serían más un estilo o filosofía de vida:

1) Los desapegados: No quieren “gastar” sus vidas trabajando pero tampoco requieren grandes bienes para la vida. En esta categoría estarían los bohemios, vagos, contemplativos-“artistas sin éxito”, etc., gente que haga poco trabajo, con muy poca carga laboral, que solo le alcance para lo mínimo. Que no sean parásitos pero que puedan/quieran subsistir con poco y disfrutar de su tiempo en este mundo. Esto no existe hoy en día, en algunos lugares hay planes sociales pero no se trabaja o no alcanza para lo mínimo, se usa para cuestiones políticas, etc.

2) Los trabajadores : En la parte media, la mayoría de las personas que hacen que el “mundo gire”, más o menos como ahora, pero con una economía más justa que no oscile tanto entre empresas, rubros, regiones… si bien hay muchas particularidades y leyes y sindicato con valores mínimos, lo cierto es que esos mínimos están más cerca de los valores necesarios para el primer grupo que para el segundo, donde uno no puede tener buena educación, salud, un auto, electrodomésticos buenos, etc. Si algunas o varias, pero pocos pueden todo esto que dista mucho de ser artículos de lujo hoy en día. Este grupo no solo produce, y mantiene el circuito sino que lo consume… con lo cual si no se mantienen todos los engranajes en sintonía empiezan los problemas (es lo que pasa hoy en día). Este sistema básico es el que hace que los “países del primer mundo” lo sigan siendo y que otros caigan. La producción, el consumo, las ganancias y la calidad de vida deben ir en sintonía, cuando unos pocos aumentan una variable egoístamente están perjudicando otra y ponen en peligro todo el ecosistema.

3) Los afortunados: Aquellos que por cuestiones azarosas, como nacer con cierto talento, aunque en general son menos meritorias como nacer en cierta familia, país, contexto, conocer ciertos “poderosos”, etc…. pero no quitemos el mérito de emprendedores, investigadores, artistas y tantos otros que hacen que el mundo “evolucione”… aunque varios de estos suelen caer en la segunda categoría pero ese es otro tema.

Uno a veces paga tantos impuestos innecesarios o exagerados que si pudiera pagar un poco para mantener al grupo 1 a cambio de que no haya personas pasando miseria ni inseguridad estarían de acuerdo. Imagínense que el grupo 2 es mucho mayor que el 1, y si le sumamos los ingresos del 3, prácticamente se pagarían migajas por tener un mundo mejor. Claro que el grupo 1 no debe ser parasito pero si se dedicaran a tareas como limpieza y mantenimiento básico de infraestructura de las ciudades, incluso además de seguro sería más bello el mundo.

Sé que hay muchas utopías, pero sin grandes cambios y si hubiera ganas, verdadero interés estaríamos más cerca del ideal que de la actualidad. En una estructura romboide donde tanto la pobreza como la riqueza excesiva no existiría y todos podríamos vivir dignamente. Donde quien tuviera riqueza pudiera vivir “cómodamente” su vida hasta su muerte pero que no fuera tan excesiva como para que viva cómodamente su descendiente hasta la 5° generación sin trabajar… o que quien naciera en la clase baja en cuanto a bienes tuviera las mismas oportunidades de estudiar y trabajar para formar parte de la clase media si quisiera ese camino. Porque los recursos para que todos vivamos bien y en condiciones similares existen. No hablo de socialismo, ni comunismo ni capitalismo, hablo de tomar lo mejor de cada uno y aplicarlo para el bien de todos.

Pero el poder corrompe, los de arriba quieren estar cada vez más arriba y eso solo se logra a costa de poner más gente abajo. Corrupción, injusticia, burocracia, miles de males y de seudobienes que tapan todo en una vorágine descontrolada al mejor estilo de la jungla donde cada uno se acomoda como puede, sin poder mucho al respecto.

 

¿Cuál sería el resultado esperado?

Pero lo mejor de esta “sociedad romboide”, que busca el equilibrio central y no la cima piramidal, es que libre de las preocupaciones mundanas-materialistas permitiría tener los bienes y estabilidad necesarios para disfrutar de la vida, las cuestiones abstractas que hacen la felicidad y cuidar el mundo. Cuidar a otras personas, otros animales, a la flora y al mundo. Donde la tecnología y el conocimiento se compartiría y usaría para solucionar problemas y no para ganar dinero.

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